sábado, 14 de febrero de 2009

EL VALOR DE UNA PROMESA


Siempre he pensado que publicar en un blog un artículo no es lo único que podemos hacer, sino también podemos comentar, intercambiar ideas y porque no hasta discutir temas o asuntos interesantes. Bueno hoy traigo a mi mente lo que puede significar cumplir una promesa, según el diccionario de la RAE, hay dos significados que me parecen interesantes para expresarme; el primero, dice: "Expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer por él algo." y el segundo, señala lo siguiente: "Persona o cosa que promete por sus especiales cualidades." Creo que no es fácil prometer y mucho menos cumplir con una promesa y que verdaderamente, quien lo hace tiene que ser una persona con cualidades muy nobles, con una sensibilidad única y a veces es muy difícil encontrarla hoy en día. Recordemos que muchas veces una promesa puede ser decisiva, y en muchos casos puede cambiar el destino de una persona. Para llevar a cabo el cumplimiento de una promesa. se requiere de sensatez y sentimientos, como titula una película muy famosa interpretada por las talentosas actrices Ema Thompson y Kate Winslet. Muchas veces en la vida se toman decisiones propias y otras llevadas por un destino que parece predestinado. Pero si esa decisión a tomar se origine del cumplimiento de una promesa, como cuando una madre antes de morir le pide a un hijo algo especial, pero que quizás implique forjar el destino de otras personas, como de repente, el de sus hermanos menores; que sólo contarán con el cariño, apoyo, consejo y mano amiga de ese hermano. Será indefectiblemente una decisión muy difícil, cargada de emotividad, responsabilidad, temores, inseguridad y que requerirá de una madurez extrema.

Entonces, los jóvenes de hoy, están siendo formados con esa sensibilidad que se requiere para el cumplimiento de una promesa. Y porque no preguntarnos, de esa madurez que requerirá para tomar decisiones tan difíciles en la vida y muchas veces trascendentales.

Pues es difícil la respuesta, pero es importante considerarla, porque debemos formar para prepararlos a enfrentar retos y situaciones que a veces hasta son inverosímiles.

Siempre me pregunto cuán difícil es ser padres y más difícil es ser educador, porque guiamos a niños y adolescentes que en realidad vamos conociendo poco a poco, porque no somos sus padres y muchas veces, no podemos reemplazarlos en ese rol. Pero sí, podemos ser una luz en el camino de esos niños y adolescentes que comparten con nosotros nuestras clases.

Bueno es mi primer artículo en el blog y forma parte de mi experiencia personal.

Si lo leen compartan conmigo sus comentarios.

Angélica María Granados Alzamora.

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