domingo, 15 de febrero de 2009

CUENTOS PARA SOÑAR


Les cuento amigos el día de San Valentín la pasamos divino. Lo primero que hicimos fue ir al cine, miramos la marquesina y decidimos mi esposo, Jose, y mi hijo, Diego Alonso, por una de esas películas producidas por Walt Disney, apta para todos, el título es “Cuentos que no son cuento” protagonizada por el comediante Adam Sandler. Así que dispuestos a verla nos compramos uno de esos famosos combos, que ofrecen en Cineplanet, e ingresamos a ver la película.
La película me hacer reflexionar en lo importante que es introducir a los niños en la lectura, en el hecho de que pueden crear, fantasear e imaginar lo que quieran con personajes nuevos o tal vez inspirados en otros relatos, para también darle el toque final a la historia. Ellos se sentirán fascinados, porque son partícipes del cuento y les dará una importancia singular para ellos.
Es obvio que nuestros niños tienen que soñar, recrear con su imaginación personajes, historias y finales que pueden ser felices o menos felices; pero ellos son los interesados en el cuento.
También el contacto de la familia con los niños a la hora de dormir, es tan importante, y quizás mucho más para aquellos padres que trabajan y retornan a casa tarde; pero que requieren de ese trato humano que necesitan los miembros más pequeños de la familia.
Toda esta reflexión sólo viene a colación gracias al argumento de esta película, que además presenta a una singular mascota, cuyo nombre es Fisgón, y no es nada menos que un cuy, originario de nuestra tierra y que en otros países latinoamericanos le llaman cobayo. Este animalito tiene, en la historia, unos ojos grandes, llamativos y que hacen que sea uno de los pasajes de la película curiosos y a su vez nos muestra que todo niño debe tener una mascota que se adecúe a su personalidad, a su desarrollo emocional y a la responsabilidad que irá adquiriendo con el nuevo miembro de la familia.
Otro de los aspectos que se observan es la separación de los padres y esto hace que los niños, Patrick y Bobbie, no se sientan bien; pero su tío Skeeter, es el que con mucha habilidad les hace comprender que no están solos y que tienen a su alrededor a muchas personas que los quieren y están al tanto de ellos.
Es obvio que los niños en el caso de que sus padres se separen, son quienes sufren, pero están otros miembros familiares que tienen el deber a veces moral de ayudar en estos casos, y hacer sentir a los menores que son importantes, que no están desprotegidos y que los quieren muchísimo y que siempre los acompañarán en su desarrollo personal y emocional.
Bueno para quienes gustan de los relatos y si quieren que los niños encuentren emoción en lo que significa narrar cuentos, les recomiendo esta fantástica película.
Nos vemos más adelante con otro artículo.
Angélica María Granados Alzamora

1 comentarios:

Anónimo dijo...

meparece muy buena y muy chistosa la comparcion

cuando relate otro puede ser si "existe la verdadera amistad " ya que ustyed toma muchos ejemplos y se desplaya mas aya hasta luego y buenas noches mi querida profesora se que no se va acordar de mi pero yo me acuerdo muy bien de usted y la respeto aunque solo nos enseño unas semanas en el cole = la estimo


tkdlof