Se acerca el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, y viene a mi memoria el importante rol que cumplimos en nuestras familias, en la sociedad, en nuestro país, y porque no decirlo en el mundo. Durante mis clases del curso de comunicación en los dos colegios donde enseño “Junior César de los Ríos” y “General Prado” cuando toco los temas de literatura menciono a mujeres peruanas importantes como Blanca Varela, Giovanna Pollarolo, Rossela Di Paolo, María Rostworowski y también hemos realizado lecturas donde se destacan a otras peruanas como Sofía Mulanovich, Kina Malpartida, Susana Baca o Beatriz Merino.
Ya María Rostworowski, en su obra La mujer en el Perú, sostiene lo siguiente: “… Numerosas son las referencias en los documentos de archivos sobre la existencia de mujeres jefas de sus señoríos que ejercían directamente el poder. El hecho indica que el privilegio del mando o la autoridad no fue exclusivo del varón…” “…Un ejemplo es el caso de Contarhuacho… y de Añas Colque… mujeres de Huayna Cápac”
Es por ello, que no nos sorprende el hecho de que muchas mujeres peruanas dejen el nombre del Perú por lo alto y se reconozca su entereza, valor, inteligencia, capacidad para ejercer diversas funciones en altos cargos gubernamentales y empresariales.
Pero hay otras mujeres que vemos todos los días en sus casas, dejando a sus hijos en el colegio o tal vez, comprando en los mercados, que no tienen el éxito o la fama que las talentosas mujeres mencionadas en el párrafo anterior. Pero estoy segura que han logrado muchas de ellas sus sueños formando hijos intachables, exitosos o hasta sobresalientes. Aquellas que como el héroe desconocido luchan diariamente con la economía de los hogares, con los problemas diarios, con hijos infantes, adolescentes o jóvenes.
Y aquellas, que trabajan y velan por su hogar, por sus hijos son las mujeres anónimas, que las encontramos a cada paso de nuestra vida y sin ser famosas o destacadas, merecen una condecoración, porque hacen que nuestras sociedad avance día con día, presentando a sus hijos al mundo, esos hijos que luchan y triunfan en la vida porque detrás de ellos hay una gran mujer, la madre trabajadora.
Esa mujer de lucha y de sacrificio es peruana, la que entrega a sus hijos a esta sociedad, después de haber prodigado amor, educación, valores sólidos para ser ciudadanos de bien no sólo para el Perú sino para el mundo; por ello digo entonces, que invalorable el rol de MUJER en el mundo.
Estoy recordando a mi maravillosa madre que seguro desde el cielo al lado de nuestro Señor, como un ángel vela por mí y los míos. Así como todas esas madrecitas que están con nuestro señor, y son el coro de ángeles de Dios.
Sólo quise decirles a todas las mujeres del Perú y del mundo que somos necesarias e indispensables y que gracias a los hijos que entregamos a la sociedad es que se construye el mundo.
Sólo me queda expresar: FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
Angélica María Granados Alzamora
Ya María Rostworowski, en su obra La mujer en el Perú, sostiene lo siguiente: “… Numerosas son las referencias en los documentos de archivos sobre la existencia de mujeres jefas de sus señoríos que ejercían directamente el poder. El hecho indica que el privilegio del mando o la autoridad no fue exclusivo del varón…” “…Un ejemplo es el caso de Contarhuacho… y de Añas Colque… mujeres de Huayna Cápac”
Es por ello, que no nos sorprende el hecho de que muchas mujeres peruanas dejen el nombre del Perú por lo alto y se reconozca su entereza, valor, inteligencia, capacidad para ejercer diversas funciones en altos cargos gubernamentales y empresariales.
Pero hay otras mujeres que vemos todos los días en sus casas, dejando a sus hijos en el colegio o tal vez, comprando en los mercados, que no tienen el éxito o la fama que las talentosas mujeres mencionadas en el párrafo anterior. Pero estoy segura que han logrado muchas de ellas sus sueños formando hijos intachables, exitosos o hasta sobresalientes. Aquellas que como el héroe desconocido luchan diariamente con la economía de los hogares, con los problemas diarios, con hijos infantes, adolescentes o jóvenes.
Y aquellas, que trabajan y velan por su hogar, por sus hijos son las mujeres anónimas, que las encontramos a cada paso de nuestra vida y sin ser famosas o destacadas, merecen una condecoración, porque hacen que nuestras sociedad avance día con día, presentando a sus hijos al mundo, esos hijos que luchan y triunfan en la vida porque detrás de ellos hay una gran mujer, la madre trabajadora.
Esa mujer de lucha y de sacrificio es peruana, la que entrega a sus hijos a esta sociedad, después de haber prodigado amor, educación, valores sólidos para ser ciudadanos de bien no sólo para el Perú sino para el mundo; por ello digo entonces, que invalorable el rol de MUJER en el mundo.
Estoy recordando a mi maravillosa madre que seguro desde el cielo al lado de nuestro Señor, como un ángel vela por mí y los míos. Así como todas esas madrecitas que están con nuestro señor, y son el coro de ángeles de Dios.
Sólo quise decirles a todas las mujeres del Perú y del mundo que somos necesarias e indispensables y que gracias a los hijos que entregamos a la sociedad es que se construye el mundo.
Sólo me queda expresar: FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
Angélica María Granados Alzamora